El tempo

5 de Noviembre

EL TEMPO

La palabra viene del italiano, en plural se dice los tempi. Esta característica de la música se refiere a la velocidad. Hasta Beethoven nadie había escrito la velocidad en una partitura porque los compositores tocaban sus propias piezas y, por lo tanto, sabían su propia velocidad de la obra.

Pero Beethoven comenzó a vender su música y tenía la necesidad de indicar la velocidad de sus obras, para que otros las tocaran.

El tempo es muy relativo. Lo que hace 70 años era muy rápido puede que ahora nos resulte lento y viceversa. Como por ejemplo la velocidad a la que se desplazaba una locomotora, ahora con los trenes de alta velocidad es algo que nos parece lento en comparación. ¿Qué quiero decir con esto? Que la velocidad y el tempo son subjetivos.

Existe una clasificación con palabras en italiano que delimitan las diferentes concepciones que podemos tener del tempo:

Adagio (lento), andante (intermedio) y allegro (rápido).

Para medir el tempo podemos contar con el metrónomo:

Escena de El violín rojo.

¿Cómo se indica el tempo en una partitura? 

Al comienzo de la obra, en el primer pentagrama, arriba, se indica la velocidad y las pulsaciones a la que debe ir marcada:

Este ejemplo quiere decir que en un minuto entran 70 negras.

PEDAGOGÍA:

Se les puede preguntar a los niños qué hacen en su día a día (desde que se levantan hasta que se acuestan) y en qué tempo creen que lo realizan. Por ejemplo: levantarse de la cama (adagio), comer (moderato), lavarse los dientes (allegro), ir al parque (prestissimo), etc.

Una canción muy entretenida para trabajar el tempo puede ser esta: